Recuerdo de Alejandro Arrieta, uno de los artífices de la decoración cinematográfica en Colmenar Viejo
Hay una serie de nombres indispensables en la relación entre Colmenar Viejo y la industria cinematográfica y, especialmente, en la cuestión de los decorados cinematográficos, como son Félix Michelena, Augusto Lega, Félix Medina, Jaime P. Cubero o José Luis Galicia.
Junto a estos se encuentra, muy ligado a Michelena, Alejandro Arrieta Sesé, recientemente fallecido.
Alejandro Arrieta, primo del maquillador Miguel Sesé, comenzó en el oficio de la decoración cinematográfica en 1959, a la edad de 16 años. Desde el principio liga su carrera en la construcción de decorados a la empresa de Lega y Michelena, en un principio en los Estudios Ballesteros.
Tras participar en títulos como Café de Chinitas, Fray Escoba, El mudo sigue, o trabajar en los Estudios Bronston en 55 días en Pekín, Alejandro Arrieta establece su trabajo especialmente en Colmenar Viejo, donde residirá muchos años.
Con Lega-Michelena, Alejandro Arrieta participa en la construcción del decorado estable city del oeste de la Dehesa de Navalvillar en 1964, inaugurado con El fuera de la Ley de León Klimowsky, y que después Sergio Leone utilizará como una de las localizaciones en La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo.
Trabaja con Félix Michelena en ese decorado y en otros de la Dehesa de Navalvillar como son las diferentes cabañas en numerosísimos westerns hasta 1973, para después pasar a desarrollar su trabajo en los recién inaugurados Estudios Tablada también en la Dehesa de Navalvillar.
Entre los decorados construidos en los Tablada, después Aroztegui, en los que participará Alejandro Arrieta están los de La Petición, El perro, Aquí huele a muerto o Vampyres, así como una cantidad ingente de spots publicitarios.
Entre todos los últimos decorados destaca el espectacular hospicio de El hombre que supo amar.
Hasta siempre, Alejandro. D.E.P.